El Oro, Méx.- El juzgado segundo de distrito en materia de amparos y juicios penales federales de Toluca, otorgó una suspensión provisional a pobladores de este municipio, donde el ayuntamiento inició obras de un proyecto de "modernización" de tres espacios públicos que la población rechaza, al considerar que atentan contra su patrimonio cultural e histórico.

Vecinos que se oponen al proyecto, informaron que este fue presentado en secreto por el alcalde a colaboradores cercanos e integrantes de cabildo pero no a la gente, además de que comprende intervenciones de las tres explanadas más importantes que se tienen en este lugar emblemático, incluyendo la del Teatro Juárez, inaugurado en 1907 por Porfirio Díaz y considerado uno de los teatros más bellos del mundo, debido a su estilo afrancesado de Art Nouveau.

Debido a lo anterior y a que en las últimas dos semanas, se movilizó la gente para evitar afectaciones a la explanada del Teatro, donde se destruyeron ya dos fuentes, integrantes del comité ciudadano que se formó para evitar daños a su patrimonio cultural, gestionó un primer amparo y logró la suspensión provisional, para que el ayuntamiento no reanude las obras en tanto no garantice que no habrá daños al patrimonio histórico de los habitantes de el Oro.

Mario Moreno, representante del comité y quién logró el amparo, informó que ya tramitan otro segundo para que no se realice ningún proyecto de ningún tipo, si antes no existen los permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como de peritos o expertos.

LA HISTORIA

Todo inició a mediados de junio, cuando el alcalde Marco Antonio Guadarrama, autorizó un proyecto en conjunto con la Secretaría de Turismo del gobierno del Estado de México, para "modernizar" tres explanadas, incluida la del Teatro Juárez, pero sin consultar al pueblo. El contrato del proyecto fue adjudicado a una empresa, sin licitación pública de por medio, a pesar de que se estima una inversión de 110 millones de pesos.

El proyecto incluye tres intervenciones, una en la explanada del Teatro Juárez, inaugurado por Porfirio Díaz en 1907 y donde la alcaldía ya destruyó dos fuentes para iniciar los trabajos, otra en el Jardín Centenario, fundado alrededor de 1872 y una tercera, en la plazuela de la Iglesia de Guadalupe, que también data de esos años.

Pese a tratarse de espacios históricos que constituyen el principal patrimonio cultural de los habitantes de El Oro y de México entero, el gobierno municipal inició los trabajos entre el 22 y 23 de junio pasado, sin previo aviso a los pobladores, quienes se enteraron del proyecto justo cuando en la plaza del Teatro Juárez, a pico y pala fueron demolidas por completo las dos fuentes que flanqueaban su entrada.

Además de demoler las fuentes, instaladas hace unos 35 años, la empresa constructora instaló dos módulos de baños móviles para los trabajadores que comenzaron a llegar junto con maquinaría pesada, aseguró Mario Eduardo Moreno Sánchez, uno de los "aurenses" que de inmediato corrieron a plantarse a la plaza para impedir el avance de la maquinaria.

Moreno Sánchez, nieto del primer cronista de El Oro, don Blas Moreno Escobar, junto con otros pobladores, confrontaron al edil la semana pasada, para que explicara el proyecto y se comprometiera a suspender las obras, en tanto no respondiera todos los cuestionamientos de la gente que rechaza totalmente la intervención de esos espacios.

Moreno Sánchez informó que tras la oposición de la gente el alcalde los recibió en dos ocasiones, pero se ha empeñado en sostener que desconoce el proyecto y que fue autorizado por el gobierno del estado de México, a través de la secretaría de turismo.

También les dijo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya les había dado los permisos correspondientes, pero resultó que el código que les proporcionó no existe, señaló Moreno.

Después, sostuvo, el alcalde desapareció. El secretario del ayuntamiento también, por lo que el pueblo se mantiene a la expectativa, realizando rondines y vigilancia en una organización tipo vecinal que solo ellos conocen a fin de evitar una nueva incursión nocturna por parte del ayuntamiento y la empresa a la cual se adjudicó de manera directa el proyecto.

Otra de las entrevistadas y quien se identificó solo como Jessica, aseguró que el pueblo no permitirá ninguna intervención a su patrimonio histórico, además de confirmar la versión de que el alcalde se encuentra en calidad de "desaparecido" y que se niega a darles la cara.

Los pobladores aseguran que detrás de este proyecto se encuentra Rogelio Fernández Garnica, director de inversión de la secretaría de turismo y exalcalde de El Oro en el trienio 2013-2015-. La esposa de este funcionario público, Ruth Salazar de Garnica, ganó las elecciones del pasado 6 de junio, ambos del PRI. a ambos el pueblo los vincula con la empresa beneficiaria del contrato.

También se quejan de que en una de las reuniones realizadas la semana pasada, el secretario del ayuntamiento estuvo presente respaldando al alcalde, pero ahora es reportado como enfermo de covid-19, por lo cual temen un brote.

Proceso acudió a la oficina del secretario del ayuntamiento, Omar Jonathan Ruíz Rodríguez para entrevistarlo y su secretaria confirmó que está "incapacitado", también se buscó al alcalde, pero su personal informó que no estaba disponible y que el ayuntamiento no ha emitido hasta el momento ningún posicionamiento oficial sobre la controversia con el pueblo.

Jessica, otra de las vecinas que acudió a una de estas reuniones con los funcionarios municipales, aseguró que el edil se comprometió a suspender las obras, pero en lugar de ello las reanudó furtivamente la noche del 23 de junio, por lo que los vecinos han comenzado a realizar guardias nocturnas y un plan de vigilancia.

Don Sergio "el Profeta", un anciano que junto con media docena de perros vigila la entrada del Teatro Juárez y de paso vende sombreros a los paseantes, asegura que tanto el Teatro como el "torreón y la cúpula afrancesados" del Palacio Municipal, han sufrido saqueos en los últimos 20 años, por vía de los sucesivos alcaldes que han pasado por ahí y quienes desmantelaron y desaparecieron, aseguró, pinturas y fotografías de la época como cuando el gran Carusso y María Conesa se presentaron en la época de su máximo esplendor durante el porfiriato.

El Profeta dice que hasta hace 20 años, se contaba con toda una biblioteca de pinturas, documentos, fotografías y objetos art nouveau que se resguardaban en el Teatro Juárez y el palacio municipal. Todo desapareció, sostiene. También mobiliario y acervo del Museo del Ferrocarril, otro punto histórico del pueblo, desapareció por completo, asegura este anciano que lanza predicciones al tiempo que recuerdos...

Sostiene incluso que el saqueo inició con el primer panista que ganó la presidencia municipal en el año 2001 y de entonces a la fecha no han parado.

Enseguida muestra el rastro del último saqueo: Los plafones laterales del techo del Teatro desaparecieron. Y sí, solo quedaron láminas que en la oscuridad apenas se alcanzan a percibir, justo ahí donde había plafones con marcos de maderas preciosas, que hacían juego con los portones y otros elementos decorativos, también de madera que adornan el hermoso recinto. Todo desapareció, los laterales del techo, muestran vacíos incomprensibles.

EL PROYECTO QUE NADIE CONOCE, PERO SI FUE PRESENTADO

Los pobladores informaron también que decidieron constituirse en asociación civil, para tener representación jurídica y encabezar de mejor manera la defensa de su patrimonio, además de que manera paralela iniciaron la promoción de un segundo amparo, para obligar a la administración municipal, a motivar con dictámenes y permisos autorizados por el INAH y autoridades federales, cualquier modificación a su patrimonio.

Por otro lado y de acuerdo con fotografías del proyecto, el cual el alcalde sí presentó a su cabildo a principios de junio -aunque le ha dicho a la gente que no lo conoce-, muestra un diseño moderno de las tres plazas, para las cuales se habría hecho una adjudicación directa a la empresa Calidad y Técnica Industrial de México S.A. de C.V., por 110 millones de pesos, por lo que no hubo licitación de por medio.

En la asociación civil que está en proceso de construcción todos tienen cabida, asegura Mario Moreno, incluso el profeta, aquel anciano que narra saqueos y comparte su taco de la tarde con media docena de perros apostados, todos, a la entrada del Teatro Juárez.

Ma. Teresa Montaño