Estamos de regreso... y estamos a días de enfrentarnos a un nuevo panorama político. Los cambios que se avecinan son inminentes, decisivos y podrían ser definitivos para algunos grupos políticos, habrá reacomodos, jubilaciones anticipadas de algunas camarillas con malos, malísimos resultados, y otras que estarán de regreso. Las maletas ya están en las puertas de Palacio de Gobierno, las que se van y las que llegan.

Los nombres para la conformación del nuevo gabinete comienzan a barajearse, hasta ahora solo especulaciones, pero el inminente arribo de Ernesto Nemer, es un presagio de que el Grupo Atlacomulco viene con todo, a retomar posiciones, recuperar espacios y lo peor que podría hacer, es revivir muertos o reciclar elementos del Valle de México que tan malos resultados dieron y dejaron mal sabor de boca en todos lados. Aparte de lo que dicen las estadísticas de las instituciones más respetables de este país, con números rojos para Edomex en seguridad, combate a la pobreza, salud y finanzas, hay sectores que se sienten verdaderamente agraviados. Los proveedores del sector salud y las empresas constructoras medianas y pequeñas, son de los sectores que por lo bajo han hecho denuncias verdaderamente alarmantes del nivel de corrupción con el que se manejó este gobierno agonizante.

El regreso del grupo que encabeza Peña Nieto desde la presidencia debe atender estos síntomas y tomar medidas cuanto antes con la iniciativa privada para saldar cuentas, pagar contratos y deudas, que además, le hereda un gobierno eruvielista marcado por escándalos, ocurrencias, abusos y excesos en muchos frentes. Sabemos por fuentes altamente confiables, que aún días antes de que Alfredo del Mazo recibiera la constancia de mayoría, comenzó a llegar con su equipo de transición a Palacio de Gobierno en visitas nocturnas para acallar sospechas. Desde casi de inmediato comenzó la revisión de libros, equipos, nóminas, listas, obras, programas y proyectos. La planeación para el cambio de estafeta tiene no menos de un mes que entró en su etapa más álgida. Entre los visitantes noctámbulos que se han visto en palacio está Efrén Rojas Dávila, otro síntoma de que el grupo pesado del equipo Atlacomulco está de regreso.

Pero no todo será tan dulce para Del Mazo, hay algo que no debe perder de vista, pues más allá del cargo que le regalaron, llega con un PRI disminuido pero sobre todo desprestigiado y rechazado por el 70% de los mexiquenses. Llega en el peor momento para el tricolor y en el peor momento para Edomex, una entidad depredada, empobrecida y harta de un gobierno ineficiente y abusivo. No debe perderse de vista que el PRI ya no es la primera fuerza política y que Morena aparece en el horizonte como una inminente aplanadora para el 2018 en Edomex, eso lo dicen los casi 200 mil votos oficiales -seguramente mucho más- con que se posicionó como primera fuerza el partido de López Obrador.

Y de lo que vimos en las mesas de trabajo de la 22 Asamblea Nacional Ordinaria del PRI ya se ha dicho mucho, lo que es cierto es que ni aprenden la lección, ni quieren aprenderla tampoco. Lo que queda claro es que el tricolor y compañía, viven en un mundo paralelo del que no se quieren bajar.

Hasta la próxima.