28 de junio de 2021

Familiares de internos recluidos en el centro de prevención y readaptación social de Tenancingo, denunciaron nuevos casos de tortura por personal de custodia y responsabilizaron directamente al director, Eduardo Villanueva López, de tolerar los abusos físicos, pero también actos de discriminación y de abuso de autoridad contra personas privadas de su libertad.

Mediante una misiva entregada a la propia administración de la cárcel, los familiares describen ahogamientos en tambos de agua, en los cuales los custodios, de acuerdo con la carta, lanzan monedas, sumergen a los internos de cabeza y los obligan a sacarla con la boca, con lo cual muchos "son sacados casi inconscientes”.

También les colocan una bolsa de plástico en la cabeza y cara, y después los sumergen al tambo de agua ubicado a un costado de los baños. En entrevistas con cuatro familiares, confirmaron este mecanismo de tortura y otros como los golpes con tablas en los glúteos; además de toques eléctricos, golpes en la cabeza, patadas y puñetazos entre seis o diez técnicos.

Acusaron que las torturas como tales, se implementaron con la llegada del nuevo director del centro, Eduardo Villanueva López, mientras que las golpizas -que ha sido una constante por año en este penal-, aumentaron tras su llegada.

En la carta se describe:

“En este acto comparecemos día y noche afuera de las instalaciones del penal de Tenancingo, para hacerlo responsable de actos de tortura, discriminación y abuso de autoridad y daño psicofísicos, que están cometiendo el personal de custodia bajo su consentimiento a raíz de que usted tomó posesión de este penal”, acusan los familiares en la misiva que entregaron en vísperas del día internacional de los sobrevivientes de tortura, celebrado este 26 de junio.

La carta está fechada el 25 de junio y firmada por más de 20 personas, todos familiares de internos que han sufrido diversos tipos de abusos físicos extremos, confirmó también la Liga Mexicana para la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH), la cual abrió un expediente del caso con diversos elementos que documentan la tortura en el centro de Tenancingo, destacó por su parte el presidente del organismo Adrián Ramírez.

Cabe destacar que apenas en septiembre del 2020, familiares e internos de la cárcel Tenancingo Sur -la nueva-, ya habían filtrado algunas imágenes e incluso videos de las torturas a las que se sometían a personas privadas de la libertad en ese centro -ambos del gobierno del Estado de México-, por negarse a pagar cuotas de seguridad, a través de sus familias, por montos de mil 500 pesos semanales.

Ahora los nuevos reportes corresponden al centro preventivo de Tenancingo, ubicado en el centro de ese municipio.

En esa ocasión se filtraron videos en los cuales los jóvenes, principalmente, eran sometidos a “tablazos” y ahora, de acuerdo con lo señalado en la carta por los familiares, serían “ahogamientos en tambos de agua”, pero ahora en el penal de Tenancingo.

Familiares de las víctimas, recluidas en ese centro de prevención, piden además garantías para que no se tomen represalias contra sus seres queridos y se les otorguen medidas de seguridad, ya que los custodios y el propio director, los tienen amenazados para no levantar quejas ni decir nada a sus familias.

También advierten que estos hechos no ocurrían con la anterior directora del penal, Nelly Araceli López -aunque sí las golpizas y extorsiones que persisten- y llama la atención que el documento no contiene el nombre del director, el cual no ha sido actualizado en el directorio de la Secretaría de Seguridad del gobierno del Estado de México, de la que depende el sistema penitenciario.

TESTIMONIOS

Familiares relataron que el 24 de junio pasado, se registraron al menos dos ataques en una de las celdas, cuando custodios bajo la orden del comandante al que identificaron como Pablo Espegel, ordeno a un jefe de turno identificado como “El Flaco”, lo metieran “a la íntima” -cuarto de visita que utilizan para aplicar torturas- y les ordenó “arreglarlo”, con lo cual comenzó la golpiza en la que habrían participado entre 6 y 10 custodios, a quienes los internos identifican como “tácticos”.

Otro interno narra, mediante una carta, que lo sometieron a rodillazos, puñetazos y al final le aplicaron toques eléctricos, hasta que se convulsionó en el suelo.

“Me dieron toques en el lado izquierdo, asimismo caí al suelo convulsionado y me dice uno de ellos quieres que te reviva hijo de tu puta madre, recibí golpes en el estómago, provocando una hemorragia oral, viendo que estaba bastante golpeado me mandan a mi dormitorio y llegando a mi dormitorio uno de mis compañeros se percata de que iba sangrando de mi oído izquierdo de tanto golpe”, señala.

En otro testimonio recabado por esta redacción, trascendió que al menos dos internos sufrieron torturas en grado extremo entre los días 22 y 24 de junio, y que el director del centro, Eduardo Villanueva López, aseguró a uno de ellos, posterior al suplició que duró al menos una hora, que “ya había llegado a un acuerdo con el comandante-Espegel- para que a ambos no les hagan nada” además de intimidarlo, para no dar aviso a sus familias ni denunciar.

Una familiar, en entrevista telefónica, aseguró que los internos son sometidos a torturas en una de las salas de visita íntima, donde son llevados y sometidos a toques eléctricos, tablazos y golpizas, mientras que los ahogamientos se realizan con el tambo de agua ubicado a un costado de los baños, con el agua que utilizan para los excusados.

En el cuarto de visita íntima, después de ser sometidos a torturas, son incomunicados por periodos largos, para que moretones, hinchazones y otros rastros físicos de los golpes y abusos, evolucionen o más o menos desaparezcan, por lo que entre una y dos semanas, los reos desaparecen para sus familias, a quienes se les niegan las visitas por ese periodo.

Denunciaron también que el director ofreció dinero (cinco mil pesos) a una de las víctimas de los abusos registrados entre el 22 y 24 de junio, “para parar este pedo”, según les dijo, pero también amenazó de trasladarlos a otro penal del país “bien recomendados”, con lo cual los abusos podrían perpetuarse en cualquier otro centro a donde sean enviados, en represalia por las quejas que han circulado y las denuncias de los familiares a los medios.

Debido a lo anterior, las familias temen que sus seres queridos sean traslados a penales de alta seguridad en otros estados del país bajo cargos adicionales que son fabricados por los propios custodios, pues de acuerdo con madres y esposas de las personas privadas de la libertad que hicieron una manifestación el pasado jueves, son los propios custodios quienes suelen sembrarles marihuana y otros objetos prohibidos, para luego fincarles cargos adicionales.

El director además hizo firmar documentos en blanco a las víctimas, en las que aseguran que no tienen problemas o no sufrieron tortura, pero también los documentos pueden ser usados para aceptar nuevos cargos por anticipado, toda vez que los hacen firmar estas hojas en blanco, bajo golpizas o amenazas contra sus familias, puntualizaron.

Familiares informaron que visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), hicieron una visita al penal para entrevistarse con las víctimas el pasado 25 de junio.

Trascendió que el personal de la CODHEM, levantó entrevistas con las víctimas y fotografías de las lesiones.

En fotografías a las que TheObserverMex y Libertarium tuvieron acceso, se observan rastros de lesiones diversas en algunos internos, como derrames en ojos, fracturas en muñecas; moretones y lesiones en cabeza y espalda.

Otra esposa narró que en otro cateo realizado la semana pasada a uno de los dormitorios, varios internos fueron sometidos a golpes por moverse. En el caso particular de su esposo, este recibió golpes en espalda y cabeza, por lo que presenta dolores intensos en columna y cuello y temen una lesión mayor.

Los familiares denunciaron que el personal médico del centro preventivo ha venido solapando estos hechos, e incluso negándose a levantar reportes para que estos abusos pudieran ser documentados adecuadamente.

El sistema penitenciario del Estado de México, está bajo la responsabilidad de la Secretaría de Seguridad de la entidad, ahora al frente de Rodrigo Martínez Celis, quien asumió el cargo tras la salida de Maribel Cervantes, a quien se le relacionó en investigaciones periodísticas con el crimen organizado.

Ma. Teresa Montaño