15 de abril de 2021
Los eventos públicos donde se hace entrega del programa Salario Rosa, administrado por el gobierno estatal, a pesar de operar desde la opacidad y sin reglas operativas (como encontró el OSFEM y cuyos resultados se documentaron en este portal), se llevan a cabo con un estricto control de la conducta de sus asistentes.
Entrevistada por Alberto Ayala, autor del gran reportaje “
Lo negro del Salario Rosa” publicado en este portal, una de las asistentes a los eventos oficiales del Salario Rosa, expone lo que las mujeres que van a recibir estos apoyos tienen y no que hacer.
“No te quieren ver arreglada” comenta una de las asistentes a los eventos, cuya identidad se mantiene en anonimato por su protección. “Te dicen ‘ven sin maquillaje, no vengas arreglada’, que se vea vienes de gente humilde, que se vea que llega verdaderamente a la gente que dice que llega (el apoyo)”.
“También te dicen ‘estate contenta, ten una sonrisa, que se vea tu sonrisa, que estás feliz porque te llega el apoyo’” comenta la mujer beneficiada. Es decir, en las mujeres, la estructura del programa, liderada localmente por las Promotoras Territoriales (PT), quienes fungen como las jefas de las Enlaces y las Gestoras, solicitan que se vean “pobres y felices”, influyendo directamente en su libertad individual.
Como se documentó en el artículo de Ayala, también existe presión por “capitaliza” a Alfredo del Mazo. “Felicítalo, agradécele. Nos dicen que básicamente tenemos que estar apoyando a Del Mazo diciendo ‘Viva’ o ‘Ra-ra’, lo que sea que nos estén diciendo los organizadores del evento”. Esto no solo es en los eventos; pues a las beneficiarias, previamente registradas en base de datos, también se les ordena retwittear, dar like, y compartir en redes sociales las publicaciones donde se mencione que el gobernador entregó las tarjetas del Salario Rosa, con el hashtag que se les ordene desde los grupos de WhatsApp donde tienen que estar obligatoriamente.
No pueden decir que no, ya que si no lo hacen son reportadas “y de eso depende mucho que el programa siga” comenta la beneficiaria, refiriéndose a que, si no vitorean al gobernador públicamente, se les retira el apoyo.
“Ustedes DEBEN de serle fieles (sic) al PRI” recuerda el testimonio entrevistado por Ayala, porque de lo contrario “no somos fieles al equipo, no estamos con Del Mazo”.
Como se documentó en la correspondiente
nota de las revisiones del OSFEM, en el que básicamente se sentencia que el Salario Rosa no posee reglas de operación que puedan satisfacer los aspectos mínimos relevantes establecidos en la normativa aplicable, las tarjetas no se entregan selladas. “Cuando me entregaron mi tarjeta, me la entregaron abierta, el sobre estaba abierto, ya la habían sacado, nada más venía otra vez puesta adentro”, asegura el testimonio anónimo.
“No se vale que nos esté queriendo poner como si fuéramos un objeto porque nos dicen ‘esto es un trabajo’, entonces yo soy una empleada, y todas somos empleadas” finaliza la beneficiaria, lo cual abiertamente va en contra de la propaganda oficial que aseguraba que el apoyo se daba a amas de casa por considerar esa actividad un trabajo por sí mismo.
Esto alimenta las evidencias de que el programa insignia de la administración estatal priísta, además de desorganizado y opaco, está utilizando la necesidad de miles de mexiquenses (sin tener una cifra exacta, ya que el Padrón de beneficiarias del programa social presenta información incompleta y carece de calidad) con fines electorales, mismos que comienzan a retomarse de cara a las elecciones del próximo 6 de junio.
Staff Redacción