Las tragedias y las emergencias son capaces de sacar a flote lo mejor de las personas, las instituciones y los gobiernos. Los sismos de 1985 son el mejor ejemplo de esto, pues constituyeron el momento fundacional del poder de la organización social en México, frente a gobiernos inoperantes y desorganizados, días trágicos que inocularon un nuevo tipo de ciudadano, cuyo potencial es capaz de emerger y reactivarse en cualquier momento.

Sin embargo no por eso, deja de llamar la atención cómo en medio de la contingencia pandémica, actores políticos utilizan la emergencia para sacar provecho de la crisis y llevar “agua a su molino” como dice mi abuelita, y los peores casos podrían ser aquellos que aprovechan la alerta generalizada para publicitarse con una sobreexposición en los medios, que de por sí, ya siendo mala idea, lo hacen de manera desorganizada y atropellada, con lo que solo contribuyen a aumentar la confusión, la sobreinformación o el caos de estos días.

Si fuera necesario dar un ejemplo de esto último, temo decir que el mejor-peor “botón de muestra” que encontré durante las horas más recientes, es el mensaje enredado, larguísimo y desorganizado del alcalde panista-morenista de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez que en un video por Facebook, intenta… la verdad no sé qué intenta, pero lanza mil ideas todas contradictorias y caóticas entre sí. Después de más de 40 minutos de “mensaje”, como reportera puedo decir que lo salvable de la actuación de JUANRO (es decir, eso que verdaderamente puede servirle a la gente en estos momentos cruciales), está disuelto entre dos minutos del primer tercio, otros dos del segundo y hacia el final del discurso (lo sintetizaré en una nota informativa por supuesto), como la integración de un padrón de desempleados y de un fondo de ayuda alimentaria, por ejemplo.

Un discurso confuso que en 42 minutos transcurre de un mensaje apocalíptico capaz de inyectar miedo masivo, a expresiones que abren más dudas, para luego pasar a adelantos de acciones gubernamentales cuya explicación deja a medias, tocando promesas de un mundo mejor, a lecciones de fraternidad y ofrecimientos a medio mundo pero poco claros, es decir una histeria completa con destellos histriónicos bastante malos.

Estoy segura que todos habrían agradecido más un mensaje corto con puntos claros y contundentes (es hora de mostrar autoridad, pero sin excesos), simplemente enumerados. Hasta Alfredo del Mazo lo hizo mejor y ya es mucho decir, para quien, según las encuestas, es el segundo peor gobernador de México… (auch!).

Claro el tono principesco de “¡Ha hablado el Rey!”, ayuda bastante en estos casos.

Por cierto, no conforme con tooodo lo primero que les platico sobre Juanro en este intento de columna, me llega un minivideo con una patrulla recorriendo una colonia del norte de Toluca, que emite en altavoz, la voz alarmista del alcalde pidiendo a todo mundo que acaten las recomendaciones sanitarias y que no salgan de sus casas… ¿no les digo?

PARA IRME…

Los memorables #8M y #9M a los que recién asistimos, no pueden simplemente dejarse pasar y listo. Sus repercusiones resonarán por mucho tiempo hasta enlazarse a un próximo #8M y #9M, tan fuertes y contundentes como los anteriores. El problema es que muchos no avisoran ni entienden, por conveniencia o ignorancia, la profundidad de los mensajes. Muchos como el rector de la UAEMex que no atina a leer con las “gafas moradas” necesarias, lo que ocurrió en el último exabrupto que le dejó vidrios rotos y destrozos considerables en el edificio histórico de Instituto Literario. Las lecturas del rector seguirán siendo desatinadas, como desatinadas sus respuestas, pues resultan cada vez más cercanas a las de un priísta autoritario, que al de un rector con pensamiento universal humanista (con feminismo incluido); no se trata de victimizar o revictimizar a nadie, como lo sugirió en un comunicado, ya que en realidad en el fondo fondo, los jóvenes no perciben una intención real de cambiar el estado de las cosas en la universidad, el patriarcado sigue intocado y su reacción es, de hecho, parte de lo mismo. ¿Si entienden, no?



Hasta pronto