Para quienes desde lo que hacemos empujamos cambios que encaminen a la entidad hacia un estadio más democrático y más justo, 2019 no ha sido nada fácil, sobre todo y estarán de acuerdo conmigo, porque vamos a contracorriente, a contrapelo, a contramarchas y a contracasitodo, donde “casi todo” son las estructuras burocráticas e institucionales del estado de México, interconectadas en una enorme e intrincada red de corrupción, a través de la cual lo mismo se alimentan jueces (no todos), magistrados, gobernador, secretarios o diputados (afortunadamente tampoco todos), que partidos enteros (eso sí), líderes empresariales, ahora alcaldes de derecha disfrazados de izquierda (tipo Juan Rodolfo y Gabriela Gamboa Augggh!!), que contralores de alto nivel… de menor también.

Hacer periodismo de investigación independiente, en este contexto, ha sido casi imposible, y hemos pagado el costo. Y lo pagamos de muchas formas. La más reciente venganza del poder, por ejemplo, fue quitarle el empleo que tenían con nosotros a dos becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF). Son dos chicos que traducían notas para la versión espejo en inglés del Portal. Y lo hicieron desde la coordinación estatal de la Secretaría del Trabajo (dirigida por priístas acérrimos y corruptos) el mismo día que publicamos el reportaje del derroche de dinero público (2 MMDP) en el arrendamiento de autos de lujo. También nos han lanzado campañas de desprestigio, no tenemos acceso a publicidad oficial porque no somos oficialistas por supuesto y también tenemos encima una persecución fiscal constante (estamos en orden afortunadamente).

Cuando pensé Observer, lo hice sola, ante la urgencia de encontrar espacios donde la transparencia, la investigación y los Derechos Humanos, fueran la tarea principal, pero siempre girando alrededor del ciudadano y teniendo clara la función social del periodismo: servir.

En medio de todo el contexto que he descrito arriba, servir ha sido complicado, pero creo que lo hemos hecho con dignidad. Inicialmente Observer no encontró eco en prácticamente ningún compañero. Era la loca con un sueño. Para muchos lo sigo siendo, pero siempre he sabido que me asiste la razón de esa locura (me forme en la UNAM): los ciudadanos merecen otros medios, medios más éticos, con mayor profundidad, distanciados suficientemente del poder para no corromperse, pero no tanto como para no vigilarlo; independientes ideológicamente hasta lo necesario, pero no tanto como para olvidarse de las luchas sociales históricas de México, la justicia, la ética, los DH y el humanismo, fuentes centrales.

Escribo apurada por el tiempo, se me va el año…

Vuelvo. Digo que ha sido complicado, hemos pagado el precio, como lo decía, pero el tiempo me dice que no estaba ni tan equivocada ni tan loca. En medio del desierto que implicó levantar a Observer de la nada, es extraño como el Portal fue encontrando sus propios ecos y apoyos. Nos abrieron puertas en otros ámbitos fuera de Edomex, curiosamente, nos insertamos a redes de medios similares que enfrentan las mismas luchas, y comenzaron a vernos. Así comenzamos a integrarnos a redes de medios independientes que existen en el país a instancias de periodistas como Paty Mayorga o Marcela Turati; también buscamos y recibimos una beca internacional (en especie, no monetaria) y contamos con apoyos en capacitación.

Latimos ya en otros corazones y somos esperanza para mucha gente. Tenemos una ambiciosa agenda de investigaciones y ya contamos con los respaldos técnicos y de capacitación para desarrollarla. Vamos de apoco, pero ya damos resultados. No avanzamos más porque nuestros recursos son marginales, pero estamos en el carril correcto. No intentamos sorprender a nadie, no chantajeamos a nadie, nuestro objetivo no es “hacer fortunas personales”, ni obtener cargos políticos o públicos o clases en la UAEMex sin haber siquiera cursado una carrera; no buscamos asociarnos con los corruptos, queremos asociarnos con la gente de a pie, con los colectivos, con los luchadores auténticos. Somos periodistas en acción, no simulador@s sin ética. Periodistas que simulan serlo, podría ser la peor farsa en medio del principal estado donde la simulación y la farsa, es lo corriente y lo que mantiene hundida la entidad.

Sabemos que no estamos solos en la lucha de mejorar el estado de las cosas en Edomex, otros en otros ámbitos despliegan similares esfuerzos. Saben que la situación en la entidad, ha llegado a puntos insostenibles. Empujan, y empujamos.

Queremos seguirlo haciendo, somos lo diferente, lo raro, lo disonante, lo disidente, lo necio en el periodismo local. Lo seguiremos siendo y lo seguiremos siendo hasta que todos puedan serlo de manera libre, abierta y feliz.

Gracias a quienes nos han tendido la mano, a los ciudadanos que confiaron en nosotros, a quienes apoyaron de distintas formas las investigaciones que sin duda fueron un hito en el periodismo local.

Gracias al IEEM que con el pequeño contrato publicitario que nos adjudicó, pudimos solventar gastos técnicos del proyecto y sostenerlo un año más, igualmente gracias al nuevo gobierno de Morena en Ecatepec, que también nos compró un poco de espacio publicitario y pudimos darle un pequeño aguinaldo a los becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro que nos apoyaron.

Felicidades a los disonantes, a los raros, a los revolucionarios, a los que no se rinden, a los que van a contrapelo o por la banqueta de enfrente. No están solos. En Observer tienen un espacio de resonancia, no duden en escribirnos.

Feliz Navidad y 2020… ahí te vamos.

Los abrazo.

Héctor, Jessi, Víctor, Víctor 2, Martín, Aaron.

Hasta la próxima