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Poder al Centro

Un rápido vistazo a los primeros 10 días de campaña… modelos repetitivos en la formas y mensajes que se diluyen; los priístas se enfrentarán a su peor pesadilla el prímero de julio

DOBLE FILO

Por: Mary Delgado







Un rápido vistazo a los primeros 10 días de campaña... modelos repetitivos en la formas y mensajes que se diluyen; los priístas se enfrentarán a su peor pesadilla el prímero de julio

Poder al Centro


Solo llevamos una semana de campañas electorales del proceso local para renovar el Congreso y los 125 ayuntamientos, y solo puedo decir que son verdaderamente “extenuantes” debido a su profusión y similitud, ya que desafortunadamente contamos con un sistema político arcaico que hereda y repite hasta el cansancio, viejas fórmulas que se transfieren de un trienio a otro, para ofrecer soluciones a problemas viejos, pero en contextos nuevos... ese es el punto.

Y me refiero a contextos nuevos, en el sentido de que las sociedades de hoy, ya no son las mismas de ayer. Particularmente las tecnologías de la información y el uso del Internet 2.0 colocan las formas de comunicación, ante nuevos retos. La supremacía de la imagen sobre la palabra escrita y oral que ya anticipaba Giovanni Sartori en su clásico “Homo Videns”, se está quedando corta ante el surgimiento de las redes sociales como formas simultáneas de comunicación y sus amplias sus posibilidades de impacto, al ofrecer innumerables combinaciones de elementos para incorporarse al mensaje.

¿Pero que encontramos?, pues campañas que repiten en un simil de clones multiplicados hasta el infinito, las mismas “formas” de hacer proselitismo para intentar llegarle a la gente. De esta forma, a la caza de votos, los mítines con acarreos de gente, a cambio de pagos en efectivo, en especie o con promesas futuras, se multiplican por todos lados, e incluso algunos candidatos ahora hacen campaña con grupos de “seguidores” que llevan para todos lados, como si las multitudes que aparecen en pantalla y en fotos, fueran garantía de algo. Hasta cierto punto, las reuniones con sectores están bien, cuando llevan fines específicos, agendas concretas y reuniones bien planeadas con objetivos claros, el problema es cuando entre los “mítines-espectáculos”, las propuestas específicas se diluyen y los mensajes “claves” se pierden.

También hay candidatos que se propusieron hacer campaña de contacto directo, sudar la playera y conseguir los votos directos, el problema es que ante municipios como los del Valle de México, el proselitismo debe encontrar nuevos cauces para tener impacto en núcleos más amplios y ahí las redes son fundamentales.

En esta campaña en particular, el uso de redes se ha utilizado sobre todo para la transmisión de mensajes, fotos y discursos de los candidatos a los periodistas, pero falta, sin duda, el diseño de campañas de alto impacto en redes sociales, más allá de la imagen atractiva de los candidatos como si fueran artistas... ese tipo de tratamiento del “candidato-producto” ya no está operando tan bien, el electorado “ya se la sabe” y tras el fracaso de los “telecandidatos” tipo Enrique Peña Nieto, se requerirá más que cara bonita, para seducir al votante... la agenda es fundamental.

Otros contextos que no se están considerando ni valorando apropiadamente, son los agregados demográficos que hoy integran las listas nominales y aunque se ha dicho hasta el cansancio que en los comicios de este año, los jóvenes integran un tercio del voto potencial, no todos han comprendido que los códigos juveniles son diversos en estos nuevos contextos e incluso pueden cambiar de una geografía a otra... lo que eleva aún más el nivel de complejidad. Ya veremos cómo avanzan las campañas en las próximas tres semanas y qué candidato con su equipo correspondiente, logra marcar diferencia...

Por lo que hace a la campaña federal, los candidatos oficiales al Senado y a diputados federales, no deben estar tan contentos ante lo que dicen las encuestas tomadas para medir el voto de los candidatos a la presidencia de la República, pues más allá de las simpatías que despiertan uno u otro aspirante, hay datos conexos que deben tenerlos con los pelos de punta, literalmente. Algunas preguntas planteadas por encuestadores como Consulta Mitosky y Grupo Reforma durante el levantamiento de sus recientes estudios, señalan que ocho de cada diez mexicanos quieren “un cambio en el país”, mientras que el 77% de los mexicanos desaprueba la administración actual de Enrique Peña, estos datos también serán definitorios para los próximos comicios...

Por cierto que en la desesperación, se han lanzado diversas estrategias desde el gobierno mexiquense para lo que algunos expertos consideran parte de los distintos frentes con los que se pretende “construir” el próximo fraude, pero de eso hablaremos en la próxima columna.

Hasta la próxima.

*PODER AL CENTRO, Columna premiada con la “Presea Manuel Buendía 2016”.

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