Con acarreados procedentes de todo el país y movilizados con transporte pagado con recursos públicos por ayuntamientos y gobiernos de Morena, miles de personas se congregaron en el zócalo de México la mayoría por coacción, amenaza o bajo engaño -como en el caso de indígenas de Villa Victoria, estado de México-, para simular apoyo masivo a Claudia Sheinbaum Pardo, la presidente mexicana que con estos eventos se comporta cada vez más como los otrora poderosos y autoritarios presidentes priístas estilo Díaz Ordaz o Luis Echeverría Álvarez.

Los miles y miles de asistentes al zócalo habrían sido presionados o pagados, confirmaron distintas fuentes, no solo para renunciar a su descanso de fin de semana, sino también para aplaudirle a Sheinbaum, mientras el país enfrenta probablemente la peor crisis del último siglo con el desmantelamiento sistemático de instituciones democráticas, implantación de medidas y reformas de corte comunista y una profunda crisis humanitaria que su gobierno insiste en no mirar, con más de 130 mil desaparecidos y millones de delitos acumulados sin recibir justicia, pues la impunidad en México ronda el 90%.

Desde temprano inició en el Monumento a la Revolución la concentración masiva de mexicanos forzados a alabar a la presidenta cuya popularidad va en picada ante la falta de resultados efectivos en frentes “clave” como salud -insuficiencia de medicamentos generalizada y de servicios de calidad-, educación -destrucción de programas basados en la ciencia y sustituidos por ideología-; o en inseguridad -falseo de estadística- y violencia generalizada con la preminencia y control de carteles sobre alrededor del 50% del territorio- y el aumento de la desaparición de personas -documentada ampliamente- desde la llegada de la 4T pero sobre todo en su gobierno.

Desde este viernes se recibieron los primeros reportes de salidas masivas desde los estados más remotos del centro del país, como Sonora, Chihuahua y Chiapas, movilizados en caravanas pagadas con fondos de ayuntamientos y entidades públicas que debieron cancelar proyectos para cumplir el capricho de Sheinbaum, según documentaron y revelaron los propios “invitados” y la activista Viridiana Román.

Algunos viajaron hasta 30 horas y más de dos mil kilómetros hasta las inmediaciones del Monumento a la Revolución. En ese punto las personas tenían que pasar lista -para constatar en su trabajo -dentro de las estructuras gubernamentales que controla Morena- que cumplieron con la orden de asistir-, a la vez que recibían en algunos casos pagos y lunchs.

Así, al igual que los gobiernos priístas desde Enrique Peña hasta Echeverria, miles de personas pobres también se movilizaron desde regiones paupérrimas como pueblos de Villa Victoria e inmediaciones de Toluca, Naucalpan, Otzoloapan y regiones del valle de México.

Los indígenas mexiquenses ni siquiera sabían a qué iban, otros iban confundidos y otros bajo la promesa de Delfina Gómez de ser incorporados a programas de vivienda, que apenas anunció la gobernadora texcocana unos días antes a manera de proyecto, pero que no existen aún.

Así, entre forzamientos, amenazas veladas, presión gubernamental y abuso laboral de ayuntamientos, gobiernos y dependencias gubernamentales y municipales, Sheinbaum Pardo llenó el Zócalo, sin punto de comparación con los miles y miles de personas que de forma voluntaria y espontánea, se movilizaron el 15 de noviembre pasado, pudiendo llenar quizás varias veces el zócalo, si no es que la presidenta ordenara una represión masiva sin precedentes, como se documentó.

AUTOELOGIOS, OCULTAMIENTO DE VERDADES

Como era de esperarse el discurso de la presidente Claudia Sheinbaum, estuvo plagado de autoelogios y ausencia de autocrítica.

Entre los “logros” más importantes no de su gobierno, sino de 7 años de gobiernos morenistas, quizás se rescate únicamente el aumento a los salarios mínimos, ya que si bien citó un supuesto retroceso de la pobreza -alrededor de 15 millones, como asegura-, esta cifra no es confiable ni verificable al haber desaparecido el organismo que medía los programas sociales, es decir el CONEVAL.

En su discurso Sheinbaum destacó de manera insistente en un punto: que hay honestidad de su gobierno, pero justo es el punto más controvertible y fácil de cuestionar ante la gran cantidad de evidencia documentada de saqueos gubernamentales tolerados desde el poder y personificados por cercanos a la autodenominada 4T.

Solo de paso podría citarse el caso de SEGALMEX, documentado como el “robo del siglo” superior a la Estafa Maestra de Enrique Peña y del que incluso, al igual que en este último, ya existe un libro. En este caso la 4T desde su fundador, hasta Sheinbaum, han protegido al actor principal de este saqueo: Ignacio Ovalle.



En su autofiesta la presidente omitió citar por supuesto las distintas versiones e investigación que colocan a colaboradores prominentes de su gobierno, en el centro de la colusión con cárteles y organizaciones criminales que tienen postrado el país en un “baño de sangre” pero también de extorsiones.

En este último caso destacan el senador Adán Augusto, líder fundador de La Barredora; el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien admitió haber pactado con los cárteles; Marina del Pilar, gobernadora de Baja California; Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, donde el asesinato del alcalde de Urupan, Carlos Manzo desató la movilización ciudadana contra los pactos criminales entre políticos actuales -de Morena- y los carteles.



Pero no solo los narcopactos del gobierno de Sheinbaum hacen tambalear e implosionar su afirmación de supuesta “honestidad” en su gobierno, ya que en los últimos 7 meses quedó documentada una amplia trama de políticos cercanos a su gobierno y gobiernos estatales involucrados en el “huachicoleo fiscal” desde el gobierno de su antecesor, lo que representa un saqueo directo al erario estimado en unos 30 mil millones de pesos anuales.

La lista de presuntos implicados, ya documentada por medios especializados es enorme: Mario Delgado, actual secretario de Educación; Horacio Duarte, ex director de aduanas; los hermanos Roberto y Manuel Farias Laguna; ó el coronel Octavio Ramón López Pérez, jefe de la aduana de Ciudad Juárez.

Al “huachicol fiscal” que saquea la riqueza nacional, abría que agregar además los casos de nepotismo -expresión más desviada de la honestidad y -ética- y enriquecimiento inexplicable que se han documentado también este año. La lista de morenistas en este caso es enorme: la propia nueva fiscal Ernestina Godoy con al menos tres familiares directos en las nóminas de gobierno; la dirigente de Morena, Luisa Alcalde quien llegó a los cargos que ha ocupado por la vía de su madre Bertha Lujan.



También destaca el caso del propio hijo de AMLO, Andrés Manuel López Beltrán, señalado en investigaciones como parte del negocio del huachicol; mientras que en los escándalos de enriquecimiento inexplicable también salió a relucir la opulenta forma de vida de lujos y viajes de prominentes morenistas que durante el verano se dieron la gran vida en el extranjero.

Además del caso de Andy, hijo de Obrador, resultó un impacto el caso de la pareja integrada por la diputada Diana Karina Barreras y su esposo, también diputado Sergio Gutiérrez Luna; o el de Gerardo Fernández Noroña, con una super residencia en Morelos adquirida con recursos que no han sido aclarados; el del propio Mario Delgado, que paseó por Portugal o Ricardo Monreal por España.



Estos casos dejan en entredicho el lema de la “austeridad” y Primero los Pobres” que Morena y sus gobiernos continúan explotando mediáticamente entre masas que siguen esperando su cumplimiento.

En la víspera la activista y feminista Viridiana Roman, a quien se le cancelaron proyectos para las mujeres en Tijuana, debido a que se aplicarían en los acarreos desde Chihuahua, reveló que desde el jueves se concentraron en Ciudad de México los secretarios del Bienestar de todo el país, desde donde operaron el acarreo de personas con recursos públicos para simular apoyo a Sheinbaum.

Otras mentiras crasas señaladas por Sheinbaum en su festejo fue asegurar que en su gobierno los opositores no son perseguidos y que hay libertad de expresión en México, aunque todos los hechos ocurridos el 15N con la brutal represión de manifestantes -violando sus Derechos Humanos de libertad de asociación, libertad de manifestación y libertad de expresión- dan fe de todo lo contrario, además de la persecusión, hostigamiento continuo de periodistas críticos, como este medio. En ese punto, Sheinbaum también mintió.