21 de mayo de 2020

Por primera vez en la historia reciente del Estado de México, se experimentó un descenso dramático en delitos del fuero común durante el mes de abril, producto de la contingencia por el coronavirus Covid-19.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la entidad se cometieron un total de 24 mil 907 delitos, muy por debajo del promedio mensual de 29 mil 700 que se había registrado en los primeros tres meses de este año. Además, significa una reducción de la mitad de los delitos que se registraron en el mismo mes, pero de 2019, con 28 mil 57 incidencias.

Además, y como siempre ocurre con las cifras oficiales, se debe de tomar en cuenta que estas corresponden a delitos registrados. Si en condiciones normales la cifra negra en delitos es de 90%, ahora, debido a la inactividad de Ministerios Públicos por la pandemia se redujo aún más el número de denuncias. Hasta ahora, y con esta contingencia, no se tienen datos de cuánto aumentó la cifra negra en la entidad.

A pesar de que hubo una disminución general de los delitos, otros experimentaron aumento, debido a las condiciones propias de la pandemia.

Por ejemplo, los homicidios culposos producto de accidentes de tránsito se dispararon. Tan solo en abril, se registraron 102 casos, por encima de los 73 que se llevaron a cabo en marzo. Esto pudo deberse a la disminución drástica de vehículos en las calles, lo que pudo generar que algunos automovilistas condujeran en las calles semi vacías con imprudencia.

Otro ilícito curioso fue el de secuestro para causar daño. Por primera vez desde esta figura en las cifras del SESNSP, se registró un caso en abril. También, por primera vez desde septiembre de 2018, se registró una incidencia de tráfico de menores.

De manera extraña, también fue el mes con menos feminicidios registrados, contabilizando cuatro. Aquí lo que habría sido esperado fuera que se disparara este ilícito, al poner en cuarentena a un porcentaje de mujeres con sus potenciales agresores.

Además, registró una baja en violencia de género, aunque esta menos pronunciada. En abril se registraron 99 casos, que, aunque sigue siendo un número alto, es 20% menor a los 123 casos que se registraron en marzo.

También hubo un drástico descenso en denuncias de incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar, pues en abril se registraron solo 27 incidencias, contra 155 en marzo, 200 en febrero y 174 en enero. Esto puede deberse a que, estando las familias obligadas a permanecer en casa, es difícil desentenderse de sus obligaciones.

Con pocas personas en las calles, y aún menos funcionarios para recibir denuncias que de costumbre, es entendible que a nivel nacional, y concretamente en el Estado de México, hayan disminuido los reportes de incidencia delictiva en la entidad. Probablemente este descenso será usado por el gobernador Alfredo del Mazo como si fuera una política exitosa, en lugar de un efecto colateral de una emergencia extraordinaria, de manera semejante al secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo, que presumió los datos federales como producto de un combate a la delincuencia, omitiendo el verdadero motivo del descenso.

Héctor Castañeda