10 de septiembre de 2021

Directivos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de México (CECyTEM), plantel Almoloya de Juárez, fueron denunciados por una madre de familia, luego de que le negaran y obstaculizaran la inscripción al tercer semestre de su menor hijo, argumentando que "era alcohólico", versión que dedujeron de fotos privadas que sustrajeron de la cuenta de Facebook del alumno y de pláticas que el chico sostuvo con su orientador, a quien le tenía mucha confianza.

Algunas de las pláticas que el alumno tuvo con el orientador, en calidad de privadas para recibir contención emocional como alumno, fueron grabadas por este sin autorización previa de su madre, toda vez que se trata de un menor de edad. Luego estas pláticas fueron utilizadas para incriminarlo de sufrir "alcoholismo", por lo que rechazaron reinscribirlo al tercer semestre, a partir de la hipótesis que desarrolló el propio orientador y psicolóogos del plantel, basados en las pláticas con el alumno y las fotos que sustrajeron ilegalmente de sus redes sociales.

La madre del menor de origen indígena y de nombre Francisca Gaspar Nicolás, narró en una carta, cómo autoridades del plantel CECyTEM de San Mateo Tlalchichilpa, en el municipio de Almoloya de Juárez, se coludieron en distintos momentos del mes de agosto, para presionar a su hijo de que "aceptara que es alcohólico", es decir que se auto-incriminara para grabarlo -y lo hicieron-. La madre refiere en su carta que el orientador Geovani Román Sevillano, habría sustraído las fotos de las redes sociales del alumno -relacionadas con un convivio que tuvo este con amigos, como cualquier chico-. Rechazó además que su hijo consuma alcohol, ya que de hecho trabaja vendiendo dulces, cuando no va a la escuela, y cuida a sus sobrinitos mientras ella trabaja.

Con estas imágenes el personal soportó su "dictamen" del supuesto alcoholismo, basado también en charlas del orientador con el alumno, a quien además habría traicionado, pues nunca le dijo ni pidió autorización de su madre para grabarlo.

A partir de ello, el alumno fue turnado a la psicóloga de la escuela, Elizabeth Rogel Guardado, quien determinó -sin ser experta ni profesional de una institución acreditada en adicciones-, que el menor, de nombre Enrique, es alcohólico. Incluso a su madre el subdirector, Israel Velázquez García, le propuso ponerlo en tratamiento durante un año entero, algo que la madre cuestionó, de acuerdo a la carta en la que detalla los hechos.

Más adelante el propio subdirector del plantel, Israel Velázquez García, le pide que se vaya de la institución o lo inscriba en otro plantel, lo que la señora Francisca rechazó, argumentando que no tiene dinero para comprar nuevos uniformes o para que se desplace más lejos, ya que es madre soltera y es trabajadora doméstica. La madre fue citada en varias ocasiones desde mediados de agosto, indicándole que la situación de su hijo alcohólico sería evaluada. En la última cita que fue el miércoles pasado, le dijeron que definitivamente ya no lo inscribirían, "porque de todos modos ya iban a realizarse los primeros exámenes y los iba a reprobar.

En su narración, de la que este medio obtuvo una copia con autorización de los afectados, la madre hace una narrativa puntual con fechas, de cómo subdirector, psicólogos (son dos) y el orientador, y la responsable de control escolar, actúan de forma orquestada a lo largo del mes de agosto para presionar a la madre y a su hijo con una autoincriminación y que aceptaran el supuesto alcoholismo y la expulsión.

Una de las psicólogas además, de acuerdo a una entrevista paralela con el equipo de The Observer, le mostró en el teléfono grabaciones de las pláticas que tuvo Enrique con su orientador.

"La directora me muestra de su celular donde está conversando con el orientador", también indica en la carta, mientras que en entrevista acota que fue amenazada de que la escuela "tiene más grabaciones", lo que empeoraría la violación sistemática a la privacidad y los Derechos Humanos del menor de edad. Confirmó también que se negaron a entregarle la boleta correspondiente y un documento que acredite los motivos de la expulsión. A este viernes, no le ha sido entregada ni la boleta del segundo semestre, ni tampoco un documento donde expliquen los motivos de negarle la inscripción. Ha regresado a la escuela a solicitarlos, pero ya no la reciben-

La sustracción de la información de manera ilegal y su uso en contra del alumno se denuncia también en el escrito por la madre de la víctima:

"Qué pena y que lástima que den la confianza en los chichos para platicarles sus cosas personales y que después lo utilicen para desacreditarlos", señala.

Dada la gravedad de estos hechos, The Observer Mex, hace un llamado a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), para abrir una investigación y demandar garantizar la protección del menor de 17 años, en contra del abuso sistemático del que ha sido objeto por parte de los directivos y personal del CECyTEM, plantel de San Mateo Tlalchichilpa, y para que ese mismo equipo detenga la violación e invasión de la vida privada de los alumnos, mediante el uso ilegal e irregular de sus redes sociales.

Igualmente nos solidarizamos con la víctima y su madre, para que se restaure su derecho a la educación, un Derecho Humano, máximo en temas de protección de la infancia, consagrado por el artículo 3o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Sería bueno también recordar a las autoridades educativas de CECyTEM, del plantel de San Mateo Tlalchichilpa, que ninguna persona puede ser obligada a "auto incriminarse" como lo han hecho con el alumno Enrique y su madre, y que esto también puede ser constitutivo de un delito.

Staff Redacción