Desde el retiro

Existe el día de hoy una problemática, pobremente visualizada por las autoridades de los tres ordenes de gobierno así como por la sociedad en general, y es el total abandono de los menores de edad (en diferentes escenarios), pero preocupante unos como otros.

Por un lado tenemos a hijos huérfanos de padres vivos, los cuales han delegado su responsabilidad a niñeras electrónicas, llámense computadoras, tabletas, juegos de video, teléfonos celulares y cualquier otro dispositivo que si bien puede ser educativo, también puede convertirse en un potencial riesgo tanto de adicción como de sustracción de la realidad y pérdida de identidad.

Para la actual generación de padres de familia cuyos menores oscilan entre los 17 y los 05 años han enfrentado un duro golpe ante la Tecnología, no pudiendo reaccionar, y actuando en la generalidad con una indolencia y una pasmosidad que raya en lo absurdo por decir lo menos.

Pero ¿Por qué? Los aparatos en si mismos no son el inconveniente, sino la gran cantidad de horas que pasan literalmente pegados a ellos los niños y jóvenes, así como los contenidos basura al alcance de la mano en plataformas de redes sociales donde se promueve desde la hipersexualización de jóvenes e incluso niños, pasando por videos basura donde el lenguaje soez es lo único que puede escucharse , relatos y videos que únicamente se centran en ver a otras personas jugar juegos de video, la promoción de la violencia como un factor de diversión, retos de internet para autolesionarse, retos para cometer actos de riesgo y así podría seguir ad infinitum. Todo esto como una estrategia de mercadeo de diferentes productos y juegos de video, si bien Internet es una herramienta útil para aprendizaje y conectividad, pues permite formarnos de manera autodidacta en casi cualquier rama del saber, esto no deja de lado los riesgos a los cuales los menores están especialmente expuestos.

Las (TIC) Tecnologías de Información y Comunicación dan la sensación de inmediatez y de que no hay límites, el comunicarse a través de ellas puede ser complejo porque no facilita el desarrollo de la empatía. Existen otros grandes riesgos en que este grupo puede verse implicado, entre ellos la pérdida de control sobre la propia privacidad, el uso excesivo de pantallas, los diferentes tipos de violencia en internet, las adicciones a los juegos de video y a sitios de apuestas disfrazados, así como el cyber bullyng.

Si a todo a esto aumentamos que debido a la pandemia y el cese de clases presenciales fue necesario la implementación de escuela online, esto hizo que aumentara considerablemente el uso de las pantallas entre niños, niñas y jóvenes lo que ha puesto sobre aviso a educadores y algunos padres que se han percatado que estos implementos han contribuido al aislamiento de cada miembro de la familia,aumentando los conflictos con los hijos por falta de límites, alteraciones en patrones de sueño y vigilia, síndrome de supresión similar al de un adicto a las drogas, y la creciente adicción a los juegos de apuestas.

Por otro lado tenemos a los pequeños que por falta de recursos no han podido acceder a educación en línea, ya sea por perdida de trabajo de sus padres, por merma en el ingreso familiar o por motivos de no tener las condiciones adecuadas ni las herramientas para el acceso, lo que ha causado un rezago irreversible en la educación que a los infantes se les debe proporcionar.

Asimismo tenemos otro sector de la población aún más desprotegido y son los niños de nadie, los niños y jóvenes en situación de calle que desgraciadamente cada día van en aumento, quien con o sin pandemia enfrentan una cruda realidad de carencias de lo básico. Ya no hablemos de temas de Tecnología pues ni siquiera tenían acceso a la educación tradicional.

Es así que el panorama se pinta bastante desolador pues estamos ante la creciente de una generación solitaria y poco empática, pobre en herramientas para enfrentar la vida y proclive al deterioro cognitivo y a la ausencia de pensamiento crítico, es por ello que se hace imprescindible replantear la estrategia educativa en toda la América latina, donde se garantice un modelo de educación híbrido, mixto o como quiera llamarse donde se vuelva a retar intelectualmente a jóvenes y niños, donde se pondere la enseñanza de valores y esencialmente también una reeducación de los padres, para hacer entender que un padre no es un subordinado de un hijo, tampoco un amigo sino el formador de un ser humano que debe entregar a la sociedad a un hombre o mujer, pensante, libre y feliz.

Un favor, abracen fuerte a los suyos:

alex.cen79@gmail.com